Unos 1500 migrantes hondureños ingresaron a México la madrugada del viernes donde, tras forzar un portón, caminaron sin ser detenidos por las autoridades.
A las cuatro de la madrugada los migrantes, que habían dormido a la intemperie en el parque central de la ciudad fronteriza de Tecún Umán en Guatemala, se levantaron, organizaron y empezaron a caminar en fila para cruzar el puente que divide Guatemala y México.
Como ambas estaciones fronterizas estaban cerradas algunos migrantes forzaron los portones de las fronteras y pasaron caminando hacia territorio mexicano. Otros migrantes, la menor parte, optaron por hacer fila a la espera de que la estación migratoria mexicana empezara sus funciones diarias para solicitar una visa humanitaria y registrar su entrada.
Tras su ingreso, la caravana empezó a caminar sobre la carretera en ruta hacia Tapachula. Un grupo de unas 250 personas permaneció en el parque mientras en la capital guatemalteca otro grupo de migrantes buscaba llegar a la frontera de Tecún Umán.
El jueves la sede de Migración de México colocó brazaletes en las manos, tomó huellas digitales y registró a cientos de migrantes a quienes informó que tomará cinco días el trámite de su visa humanitaria y que podían esperar en Guatemala o en cercanías de territorio mexicano a que ésta les fuera entregada.
Los migrantes recibieron un trato diametralmente opuesto al de las dos anteriores caravanas de 2018 que fueron recibidas con policías y militares, retenes y gases lacrimógenos al intentar cruzar la frontera. (FUENTE: VOANOTICIAS)