Más de 50,000 mujeres resultan “gravemente heridas” durante el parto, y alrededor de 700 mujeres mueren cada año. La mitad de esas muertes podrían haberse evitado, al igual que las lesiones, si se hubieran seguido los procedimientos correctos de seguridad, según la investigación.
De acuerdo a diario, las altas tasas de mortalidad materna (26,4 por cada 100,000 habitantes) se debe en gran medida a la negligencia de los hospitales, médicos y enfermeros que no realizan comprobaciones básicas de seguridad como el control de la pérdida de sangre después del parto y el de la presión alta.
El estudio también reveló que las causas principales de muerte en EE.UU, fueron la hemorragia y la hipertensión severa, donde la presión arterial y los niveles de perdida de sangre deben vigilarse de cerca.
USA Today, llevó a cabo su investigación de 4 años en la cual evaluó más de medio millón de páginas de registros internos de calidad hospitalaria, incluyendo más de 150 casos de partos fallidos.
