El año que viene estará plagado de tensiones políticas, en vista de que varios de los grandes conflictos mundiales del 2018, que aún no se resolvieron, apuntan a convertirse en los principales focos de atención. Consultamos a expertos de España, México, Venezuela y Argentina para intentar vislumbrar qué le deparará al planeta a partir del 1 de enero.
Guerra comercial entre EE.UU. y China
La mayoría de los especialistas coinciden en que uno de los grandes temas del 2019 será la fuerte disputa comercial entre las dos potencias económicas más importantes del mundo, en la que ambos países se imponen aranceles recíprocamente a la hora de vender productos en sus territorios.
Desde Argentina, el director de la maestría en Política y Economía Internacional de la Universidad de San Andrés, Roberto Bouzas, explica que este conflicto «va mucho más allá del comercio y se vincula con las diferencias en los modos de relación entre Estado y mercado, el rol de la política industrial y el desarrollo de capacidades internas para las industrias del futuro por parte de China».
A su vez, considera que «estas tensiones difícilmente van a desaparecer en el mediano plazo, aun cuando las sanciones comerciales puedan postergarse por un tiempo». Para concluir, el académico sostiene que a pesar de los aspectos complementarios existentes entre las economías de ambas naciones, «no puede subestimarse la profundidad de la competencia».
- Organismos que resuelvan problemas internacionales
En relación a esta disputa, el miembro del Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales (CARI), Pablo Ava, destaca que uno de los grandes desafíos será «volver a poner en curso sistemas multilaterales que solucionen controversias, sobre todo en materia de comercio». En ese sentido, subraya «el fracaso de las últimas rondas de la Organización Mundial del Comercio (OMC)».
La Unión Europea, el Brexit y el auge de los extremismos
El proceso de salida de la Unión Europea (UE) por parte del Reino Unido, conocido como Brexit, sigue su curso luego del referéndum del 2016, cuando la mayoría de los británicos apoyó la iniciativa. La partida definitiva de Inglaterra, que fue un Estado miembro del organismo durante los últimos 45 años, está estipulada para el 29 de marzo a las 23:00 (hora local), pero todavía existen muchas dudas porque hay varios acuerdos sin concluir con el bloque regional, y la ruptura también requiere sus negociaciones.
Según los analistas, seguir de cerca cómo se reconfigura la UE será fundamental en el 2019. Para el catedrático en Derecho Internacional de la Universidad Carlos III de Madrid, Carlos Ramón Fernández Liesa, «la aparición de Gobiernos ‘antieuropeístas'» podría marcar la agenda política del continente.
Según el especialista, el surgimiento de «los extremismos y populismos» serán destacables, aunque «el Brexit pueda ser un revulsivo que une». Asimismo, hace hincapié en el sobresalto de los nacionalismos: «El independentismo no es una cuestión solo española, con Cataluña a la cabeza, sino que también se da en Italia, Bélgica o el Reino Unido». Desde su punto de vista, el año siguiente podría ser clave para el desarrollo de estos movimientos sociales separatistas.
- Tensión francesa
Gustavo Borges Revilla, director del portal venezolano Misión Verdad, sostiene que el Gobierno de Emmanuel Macron «podría atravesar una situación complicada debido a las presiones sociales y manifestaciones en su contra». El consultado opina que a partir del surgimiento de los ‘Chalecos Amarillos’ existe la posibilidad de que emerja un movimiento por fuera de la estructura política tradicional, pero advierte que ello podría dejar mejor posicionada a la extrema derecha local, liderada por el Reagrupamiento Nacional de Marine Le Pen, excandidata presidencial.
Migrantes y refugiados
Sin lugar a dudas, la gran cantidad de migrantes que se produjo en el mundo fue uno de los temas más relevantes del 2018, donde Europa y América se mostraron como actores centrales en el conflicto social. El estallido bélico de Siria, o la delicada situación económica en varias naciones de Centroamérica, por citar algunas ejemplos, produjeron inmensos flujos migratorios con cientos de miles de personas en busca de un futuro mejor, aunque ello también fomentó discursos xenófobos y el surgimiento de partidos políticos de extrema derecha que piden mayores restricciones fronterizas.
