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    «Es ofensivo, es indignante, perveso, falso, lo que sale como testimonio de narcos en Nueva York», Juan Orlando Hernández

    Antes de comenzar, debemos dejar clara una distinción importante. En reciente juicio en Nueva York, el Gobierno de Honduras no tiene ningún interés ni ninguna opinión con respecto a los participantes o al resultado.

    Sin embargo, lo que es un asunto aparte es el uso en Nueva York de testimonios falsos que atacaron deshonestamente a Honduras, que atacaron a sus instituciones y funcionarios públicos, y que falsificaron la historia. El uso y la repetición de testimonios evidentemente falsos, de mentiras evidentes, es indignante. Francamente, es muy ofensivo y repudiable.

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    Estamos viendo cómo los titulares se conforman con la repetición de lo que no son sólo mentiras, sino que son mentiras evidentes.

    Hoy tengo una información importante. Ya no es posible negar o dudar que los narcos están dando falsos testimonios porque la verdad está documentada en forma de grabaciones secretas y fueron presentadas por la DEA en un juicio.

    En 2013, la DEA tenía un infiltrado que estaba en las reuniones de los narcos en Honduras. El año es significativo: recuérdese que 2013 es, según sus falsos testimonios, cuando los narcos afirman que tenían todo arreglado conmigo, supuestamente a su medida, ya que me estaba postulando a la presidencia de Honduras. Pero eso es una mentira evidente, hay pruebas. Tenemos las transcripciones. Y estos son documentos del gobierno de los Estados Unidos. Estos son documentos judiciales que son producidos por fuentes oficiales del gobierno. Lo que las grabaciones de audio revelan que los falsos testimonios son eso, mentiras premeditadas. Los titulares deberían ser: «Las grabaciones de la DEA destapan y derriban el falso testimonio sistemático de los narcos».

    Las grabaciones muestran la situación real. La primera grabación es del 7 de noviembre de 2013. Es decir, dos o tres semanas antes de las elecciones presidenciales del 24 de noviembre. Y los narcos ya habían visto que yo había impulsado la extradición, a pesar de todos sus intentos por detenerla. Había impulsado la extinción de dominio para confiscar los bienes de los delincuentes. Y esa ley acababa de ser utilizada para confiscar los bienes de los Cachiros en septiembre de ese mismo año.

    «Esta oficina en nueva york no estuvo involucrada con honduras en lucha contra el narco. En nueva york no saben lo que es Honduras y no saben ni lo que washington ha trabajado con Honduras», Juan Orlando Hernández.

    Y vieron que yo había creado la policía militar, lo que significaba que su control sobre la policía nacional no les daría la impunidad a la que se habían acostumbrado. Ahora estaban en problemas. Y la nueva policía militar se había presentado por primera vez en septiembre, demostrando que, aunque la nueva fuerza aún no estaba en funcionamiento, era algo real. No era una promesa de campaña, era un hecho. De hecho, en la grabación los narcos expresan su terror de que la policía militar se movilice contra ellos.

    Así que los narcos sabían que hablaba en serio cuando decía «Yo Juan Orlando Hernández voy HACER LO QUE TENGA QUE HACER». Y aquí tenemos el audio de los narcos en esta reunión del 7 de noviembre, y los nombraré para ustedes: Devis Leonel Rivera Maradiaga, el Cachiro. Carlos Arnoldo Lobo, el Negro Lobo. Héctor Emilio Fernández Rosa, Don H. Yankel Rosenthal de lo que te darás cuenta es que todas estas personas, sin excepción, terminaròn en la cárcel en los Estados Unidos por delitos relacionados con el narcotráfico.

    Así que los narcos están siendo grabados en secreto por un operativo de la DEA y lo que está claro es que los narcos están preocupados por lo que significará para ellos que Juan Orlando Hernandez gane las elecciones. Que para ellos será una catástrofe. Se acaba el juego. Porque lo que se demuestra en la grabación de audio es que conmigo no tenían trato, ni protección, ni esperanza. Así que, faltan menos de tres semanas para las elecciones, y han visto lo que he hecho, sus intentos de acercarse a mí no han dado resultados y están preocupados. Uno de los narcos describe una conversación sobre cómo unos sicarios mexicanos podrían matarme, que tal vez 100 personas morirían en el atentado.

    Ahora, cuando los narcos están describiendo un aparente deseo de matarme había un infiltrado de la DEA presente, grabando la conversación. Es interesante, porque hoy puedo decir que el gobierno de los Estados Unidos nunca me informó que estas personas estaban discutiendo la opción de intentar matarme. Al menos no esa vez, pero para ser justos, unos años después, el FBI sí acudió a mí cuando detectó un plan diferente de los narcos para matarme, que afortunadamente no tuvo éxito, y agradezco que las autoridades estadounidenses me advirtieron de ello.

    Ahora, lo que los narcos dicen en las grabaciones es que Juan Orlando no va a tratar con ellos, que no se va a comprometer con ellos. Tratan de poner excusas para explicar por qué no han podido hacer un trato conmigo. Dicen repetidamente que soy «arisco», lo que significa que no voy a tratar con ellos. Uno de los narcos dice que es [«bien arisco»]. El otro de acuerdo responde «bien arisco». De nuevo vuelven al tema, y dicen «el es super arisco, super, super arisco». O sea, que no soy una persona con la que puedan tratar y se sienten frustrados por ello. Es decir, lo que realmente decían en 2013 es lo contrario a su falso testimonio de ahora.

    En esencia, los criminales estaban diciendo que este es un tipo al que no podemos comprar, al que no podemos manipular y al que no podemos intimidar. Están diciendo que Juan Orlando Hernandez no es un hombre con el que puedan trabajar. Ni siquiera es un tipo al que podamos acercarnos porque se mantiene alejado de nosotros. Comprendieron que tenían un problema. De hecho, los Cachiros le dijeron a su estructura, escuchen, tienen que evitar que la gente vote por Juan Orlando. A pesar de eso, gané de todos modos, aunque puedes ver en las zonas que dominaron cómo afectó a los resultados. Es obvio de qué lado estaban. Se opusieron a mí.

    Luego hay otra reunión de los narcos Devis Leonel Rivera Maradiaga, el Cachiro. Carlos Arnoldo Lobo, el Negro Lobo y Nicolas Rivera después de las elecciones, el 3 de diciembre de 2013, cuando saben que Juan Orlando será presidente y donde los narcos dicen sin tapujos, ahora sí nos va a derrotar (la palabra que usaron no fue realmente «derrotar»; usaron otra palabra, una palabra corta y vulgar, pero eso es lo que significó).

    Así que están grabados en una cinta días después de mi elección mostrando que conmigo los narcos no tenían trato, ni protección, ni influencia, ni impunidad, ni esperanza, ni futuro. Estaba perfectamente claro que las medidas que tomé nunca las haría ningún líder que estuviera involucrado con los narcotraficantes o intimidado por ellos. Lo que hice antes de ser presidente demostró que lucharía contra los narcos y los llevaría ante la justicia. Comprendieron que conmigo se acabó el juego. Y por supuesto que lo sabían, porque yo jamás negociaría con ellos, si quisieran un acuerdo tendrían que buscarlo en otra parte, tal vez en EE.UU. Así que es una segunda vez, a finales de 2013, que las grabaciones de audio de la DEA demuestran que su actual falso testimonio queda expuesto como una mentira.

    Así que, para recopilar: tenemos todo el registro de mis acciones públicas, las leyes duras, y luego llegamos a escuchar lo que los narcos dicen sobre eso en dos reuniones, que producen las dos grabaciones de audio por la DEA, del 7 de noviembre de 2013, y de nuevo el 3 de diciembre de 2013. Y luego, el 5 de diciembre, que es dos días después de esa segunda grabación, sucede una tercera cosa, algo muy importante que involucra a los Cachiros, y todo es consistente, y todo tiene perfecto sentido.

    Ahora no tienen que confiar únicamente en mi palabra porque la fuente pública de esto es The New York Times que hizo su propia investigación y revisó los documentos oficiales para confirmar lo siguiente: El 5 de diciembre de 2013, que es diez días después de mi victoria electoral, los Cachiros (que ya están grabados reconociendo que conmigo como presidente están se les acabo la fiesta), vuelan a Belice para reunirse con la DEA y el Departamento de Justicia para ofrecer su rendición. El récord de 2013 es claro. No tenían ninguna relación ni arreglo conmigo. Están mintiendo en la corte, dando falso testimonio.

    Eso fue en 2013, cuando los narcos dijeron que yo no trabajaría con ellos, que era [“arisco”] y que me temían. ¿Qué ha sucedido en los años transcurridos desde entonces? Ustedes conocen los hechos: Bajo mi gobierno, a través de la extradición, la rendición o la captura, más de 40 narcos han sido entregados a la custodia de Estados Unidos, rompiendo los carteles más poderosos del país. Casi la mitad de la policía criminalmente penetrada fue destituida después de que creé una comisión de la sociedad civil con el poder de dirigir una depuración masiva e independiente. Lo más dramático es que el narcotráfico se redujo en un 95%, algo sin precedentes. Y lo más importante es que la tasa de asesinatos se redujo en un 60%, salvando miles y miles de vidas cada año.

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