El presidente de Ecuador, Lenín Moreno, arribó la tarde de este martes a Quito, en medio de las protestas en su contra por el ‘paquetazo’ de medidas económicas anunciado la semana pasada.
El mandatario llegó proveniente de Guayaquil, una ciudad de la región Costa del país, donde se encontraba desde el lunes, tras anunciar el traslado de la sede del Gobierno a esa urbe.
Más temprano, la ministra del Interior, María Paula Romo, informó, en conferencia de prensa, sobre este traslado del mandatario.
Señaló que el viaje del mandatario es para «supervisar, monitorear las cosas desde la ciudad de Quito que es donde creemos hay un mayor riesgo de incidentes hoy».
Se prevé que el mandatario se traslade a las oficinas del ECU911, ubicadas en el parque Itchimbía, cercano al Centro Histórico de la ciudad, epicentro de las manifestaciones en su contra.
¿Habrá diálogo?
Aún no se ha confirmado que el mandatario se reúna con los líderes del movimiento indígena, principales convocantes de las protestas antigubernamentales.
Un grupo de los dirigentes indígenas ha condicionado el diálogo con el gobernante a la renuncia de la ministra Romo y el titular de Defensa, Oswaldo Jarrín, por la represión policial y militar desatada contra los manifestantes en los siete días que se ha mantenido la protesta.
Hasta ahora, las partes han dialogado de manera aislada con los mediadores: la Organización de Naciones Unidas (ONU) en Ecuador, la Conferencia Episcopal Ecuatoriana y representantes de universidades.
Este miércoles, miles de personas convocadas por la Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador (CONAIE) marcharon de manera pacífica en el centro de Quito, para luego instalar una asamblea popular.
Exigen la derogatoria de las medidas económicas, que incluyen el alza de los combustibles, y solicitan que no sea enviado un paquete de reformas laborales y tributarias al Parlamento, como anunció Moreno.
