En el caso de Javier Duarte, exgobernador del estado de Veracruz, al este de México, sus acusadores no presentaron todas las pruebas que tenían en su contra, porque solo se buscó «el escándalo» y el «show», consideró quien será el próximo presidente del país, el izquierdista Andrés Manuel López Obrador.
Javier Duarte fue condenado el pasado 26 de septiembre por un juez federal anueve años de prisión, además de ordenarse el decomiso de 41 de sus propiedades, luego de declararse culpable por los delitos de lavado de dinero y asociación delictuosa.
«Cuánta tinta, cuántas palabras, cuántas imágenes, cuánto cinito, cúanto show, sobre estos asuntos para terminar en una sentencia como la que se dio a conocer», dijo López Obrador en una conferencia de prensa sobre la industria petrolera en México en su casa de transición en el barrio de la Roma, en Ciudad de México, este 27 de septiembre.
A petición de una reportera sobre su opinión de la sentencia a Duarte, López Obrador dijo que ello se debe a que, hasta ahora, la corrupción no es un delito grave bajo las leyes mexicanas, que se trató solo de «actos espectaculares, de simulación», y que sin voluntad política «todo es puro circo», aunque insistió en que con su gobierno, que entrará en funciones el 1 de diciembre, «eso se va a acabar».
