Cuando jugamos con nuestras mascotas, por lo general, no pensamos en la posibilidad de adquirir una terrible enfermedad que podría ocasionarnos la muerte. El caso del médico británico, Jaco Neil, ha conmocionado al mundo, pues adquirió una severa infección luego de recibir un lamida y un arañazo de su perro Harvey, un coker spaniel.
El hecho se remonta a hace año y medio en Reino Unido, tras jugar con su mascota, el doctor, aseguró, que limpió y desinfectó el arañazo, sin embargo, dos semanas después padeció una enfermedad que tenía los síntomas de una gripe.
Pero en realidad había adquirido una bacteria en la saliva de su perro que le causó una severa infección que desencadenó septicemia.
«Estuve muy cerca de morrir por lo ocurrido«, relató el médico.
Jaco Neil luego de adquirir la septicemia estuvo en estado de coma por cinco días en un hospital, donde tenía la debida atención de los especialistas. No obstante, el médico perdió las piernas, los dedos y sufrió una desfiguración del rostro.
Si bien el caso de este médico británico no es muy común, es oportuno mencionar que 20 millones de personas que sufren septicemia al año en el mundo, de acuerdo con información especializada.
