Los estadouindenses se muestran divididos ante la llegada de la primera parte de la caravana de migrantes centroamericanos que partieron hace más de un mes desde Honduras camino a Estados Unidos.
Desde el lado americano de la frontera, algunos ironizan sobre la «bienvenida» que les da el país con un muro forrado con un alambrado. Otros, como un guarda de prisiones, advierten de que hay criminales y narcotraficantes infiltrados en el grupo de migrantes.