Los niños inmigrantes detenidos y que han sido separados de sus padres, de acuerdo a nuevos reportes, son obligados a declamar el Juramento de Lealtad hacia la bandera de los Estados Unidos, y hacia el país, en inglés.
De acuerdo a lo reportado por Washington Post, según la declaración de uno de los guardias que trabaja en el centro de detención de niños inmigrantes de Brownsville, Texas, es “por respeto”.
El respeto, observan muchos, hacia un país que los separó de sus padres.
Un país cuya nueva administración se ha esforzado incansablemente en demostrar a diestra y siniestra, a través de todos los medios posibles, de que no los quiere y que está dispuesto a tomar medidas extremas para mantenerlos fuera de su territorio, inclusive por encima de derechos humanos y constitución.
“… una nación bajo Dios, indivisible, con libertad y justicia para todos”, dice el Juramento.
Sin embargo, agrega Boston Globe, desde la administración de Trump, los Estados Unidos lucen como una nación sumamente dividida: en opiniones sobre política exterior, derechos civiles, aspectos culturales.