El éxodo masivo de refugiados de Ucrania al extremo este de la Unión Europea no dio señales de detenerse el lunes en su huida de una guerra en crecimiento, al tiempo que Naciones Unidas calcula que más de 500.000 personas ya han salido del país.
Autos y autobuses hacen largas filas en los cruces fronterizos de Polonia, Hungría, Eslovaquia, Rumania y Moldavia, este último un país que no forma parte de la Unión Europea. Otros cruzaron las fronteras a pie, cargando con sus posesiones.
Cientos de refugiados fueron congregados en un centro de recepción temporal en la aldea fronteriza húngara de Beregsurány, donde esperaban transporte hacia centros de tránsito que los pudieran llevar más adentro de Hungría y más allá.
Maria Pavlushko, de 24 años, una gerente de proyectos de tecnología de la información de Yitomir, una ciudad ubicaba aproximadamente 100 kilómetros (60 millas) al oeste de Kiev, la capital ucraniana, dijo que estaba de vacaciones esquiando en los Montes Cárpatos, cuando se enteró que la invasión rusa había iniciado.