«Morirse no es una cosa cualquiera, es el principal acto político que hace cualquier ser humano», dice Leonardo Zaldumbide, coordinador académico de la Red Ecuatoriana de Cultura Funeraria.
Esta red —según define Daniel Rivera, su coordinador nacional— se conformó en la sede ecuatoriana de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso) y busca generar, sobre todo dentro de las poblaciones o comunidades donde han podido trabajar, «debates con respecto a sus bienes funerarios», encontrar una visión alejada «de esta idea de lo tétrico» y «quitar a la muerte del sentido común que la define como un espacio de miedo».