El ataúd con los restos de Shay Bradley estaba siendo descendido a su tumba cuando de pronto se escuchó una voz desde el interior.
“¡Hola! ¡Hola! ¡Déjenme salir!”, gritaba la voz de Bradley, inconfundible para quienes lo conocieron en vida. Escuchar de nuevo al hombre al que estaban despidiendo confundió a algunos de los presentes, quienes poco después se dieron cuenta de lo que realmente estaba pasando.
De acuerdo con New York Post, la jocosa despedida se llevó a cabo este sábado en Kilmanagh, Leinster, Irlanda.
Bradley falleció el 8 de octubre tras sufrir una larga enfermedad. El veterano decidió jugar una broma a sus seres queridos y grabar algo especial para ser escuchado durante su último adiós.
“¿Dónde estoy? ¡Déjenme salir! Esta muy oscuro aquí. ¿Escucho a un sacerdote? Soy Shay, estoy en la caja. Estoy muerto”, continuó la grabación, mientras sus amigos y familiares reían por su singular ocurrencia.
El video fue publicado el domingo en Twitter y se ha vuelto viral desde entonces. Bradley quería que su familia riera en lugar de llorar al despedirlo, y eso fue lo que logró.
“El último deseo de mi padre, siempre el bromista. Todos cayeron, papá oso, y nos diste una gran risa justo cuando la necesitábamos. Te amaré por siempre”, escribió en Facebook Andrea, una de sus cuatro hijos.
