Tegucigalpa. Después de casi 19 años de oprimir a cientos de familias y delinquir a sus anchas en el departamento de Olancho, los integrantes de la banda de “Mito Padilla”, han procedido a refugiarse en las montañas, ya que la Policía Nacional comenzó una dura cacería en contra de cada uno de estos criminales.
Luego del hecho suscitado en la mañana del pasado jueves, en donde perdieron la vida dos elementos de la Tropa de Inteligencia y Grupos de Respuesta Especial de Seguridad (TIGRES), y también murió, en el enfrentamiento, el cabecilla de esa banda de criminales, fue el propio presidente Juan Orlando Hernández quien pidió a las fuerzas policías no descansar hasta dar con el paradero de cada uno de estos criminales.
Durante el velatorio de los policías Allan Josue Salazar Martínez y Gersi Arelith Martínez Rodríguez, el mandatario reiteró que “la orden es clara: no descansar hasta capturar al último miembro de esta organización delictiva dedicada al secuestro, asalto, sicariato y llevarlo a los tribunales”.
Luego sentenció que la lucha contra los criminales continuara con más fuerza que nunca hasta librar Olancho y todo el territorio nacional de grupos criminales que solo luto y dolor traen a la población.
La Policía tras los pasos de la banda
Por su parte el Secretario de Seguridad Julián Pacheco Tinoco anunció que hay avances en las investigaciones confirmó que la Policía está trabajando en el sector y continuará siguiendo los pasos de esta estructura criminal.
“La banda de Mito Padilla es una estructura grande y no vamos a descansar hasta que erradiquemos a estos criminales” advirtió.
Por su parte, el director de Fuerzas Especiales Policiales Sub Comisionado Javier Díaz Herrera reconoció que, gracias a la instrucción del Mandatario, los lineamientos del Titular de Seguridad y la recuperación de la confianza de las comunidades en la Policía, han permitido frenar a esta organización delictiva, por lo que consideramos que están llegando a sus últimos días.
“Estamos liberando estas comunidades sometidas por criminales, en el intento hemos ofrendado la vida de dos valiosos funcionarios, nuestro juramento está vigente: ofrendar nuestras vidas por la seguridad de nuestros ciudadanos” señaló.
Abusos, amenazas y sometimiento
Según la base de datos, esta banda surgió entre los años 2005 y 2007 dedicada en primer momento al abigeato, sembrando el caos entre los ganaderos del departamento de Olancho, los testimonios revelan que sus primeros hechos delictivos se suscitaron en los municipios de Guayape, La Unión y El Rosario.
Díaz Herrera comentó que en el transcurso de los años pasaron de hurtar ganado a amenazar a las personas que se les oponían en el sector hasta asesinarlas.
“Incursionaron en la expropiación ilegal de tierras a través de la extorsión, apropiándose de pequeñas fincas de café de campesinos de las zonas incluso hasta con documentos; muchas personas murieron y no hay registro oficial por temor de sus familiares a represalias” lamentó.
El Sub Comisionado de Policía explicó que muchos hechos violentos no eran reportados por las victimas debido a la intimidación de la que eran objeto.
“Bajo amenazas sacaron provecho del temor de la gente, expropiándoles de sus propiedades, despojandoles de su ganado, se metían a las casas como si eran los dueños, lo más lamentable es cuando afectan directamente la vida de las personas” arguyó.
Mencionó que niñas y jóvenes eran raptadas y convertidas en esclavas sexuales y laborales llevadas a las montañas, sometidas a abusos ocultos en lugares de difícil acceso.
La población colaboró
El desmantelamiento de esta estructura criminal es en gran medida gracias a que las victimas recuperaron la confianza en la Policía y procedieron a denunciar a estos delincuentes, y fue así que se logró documentar un considerable número de abusos y delitos cometidos, detalló Díaz Herrera.
Para finalizar aseveró que la lucha no ha terminado y pagarán por la vida de los policías caídos en el deber “la instrucción del Presidente de la República es contundente, esto no se va a quedar así, los vamos a buscar hasta el último rincón del país para ponerlos en manos de las autoridades correspondientes”.
