SENADO DE LOS ESTADOS UNIDOS
WASHINGTON D.C. 20510
13 de octubre de 2022
Honorable Antony J. Blinken Secretario de Estado Departamento de Estado de los Estados Unidos 2201 C Street NW
Washington, D.C. 20520
Estimado Sr. Secretario:
A medida que los crecientes riesgos planteados por el conflicto y la inestabilidad global están impulsando a que industrias estratégicas se trasladen más cerca a los Estados Unidos y a naciones vecinas, las oportunidades de nearshoring crecen en abundancia para Honduras y otros países de Centroamérica. El nearshoring reducirá el riesgo de las cadenas de suministro para las empresas estadounidenses. Las inversiones en nearshoring también ayudarán a aliviar la pobreza que fomenta la migración ilegal a los Estados Unidos y a proporcionar nuevas oportunidades de empleo para los talentosos jóvenes hondureños. Dicho esto, nos preocupa seriamente que el gobierno hondureño esté impulsando políticas y acciones que son incompatibles con este futuro tan prometedor.
Nuestras preocupaciones se derivan, en parte, del tono y el contenido del discurso de la presidenta hondureña Xiomara Castro ante la Asamblea General de las Naciones Unidas el 20 de septiembre de 2022, y del anuncio de una gran empresa estadounidense del 27 de septiembre de que va a cerrar una de sus principales instalaciones en Honduras. Los efectos perjudiciales para la reputación de Honduras de éstos y otros eventos relacionados, corren el riesgo de ser irreparables si se agravan por la posible violación por parte del gobierno hondureño de la garantía de estabilidad jurídica de 50 años que protege las inversiones estadounidenses en las Zonas de Empleo y Desarrollo Económico (ZEDE) de Honduras, de conformidad con el Tratado de Libre Comercio entre la República Dominicana, Centroamérica y Estados Unidos (CAFTA-RD).
Como ustedes saben, las ZEDEs ofrecen una plataforma particularmente atractiva para la llegada de inversiones estadounidenses y el desarrollo económico de Honduras. Como escribieron el Dr. Ryan C. Berg y el Dr. Evan Ellis en un comentario reciente publicado por el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS):
Es probable que las ZEDEs, al contribuir a un mayor Estado de Derecho, agilizar los procesos, mejorar la eficiencia de la administración pública y aumentar la atractividad del clima de inversión, puedan servir de acelerador del nearshoring y el friendshoring, atrayendo más y muy necesitadas inversiones a Honduras. En el proceso, las ZEDE también pueden facilitar el despliegue del tipo y el volumen necesario de capital del sector privado para fortalecer la integración de la economía hondureña con la de
Traducción al español
Estados Unidos, produciendo resultados económicos positivos que no sólo fortalezcan la democracia y la estabilidad política en el país y ayuden a abordar las «causas fundamentales» de la inmigración, sino que también ayuden a reducir la tentación del gobierno de cambiar sus relaciones diplomáticas hacia la República Popular de China por necesidad económica.
La protección del Estado de Derecho, tan importante para las relaciones entre Estados Unidos y Honduras, también está en juego. Los abogados de prestigiosas firmas legales internacionales han determinado que la violación de la garantía de estabilidad jurídica de 50 años infringiría la cláusula de Nación Más Favorecida del artículo 10.4 del CAFTA-RD; el artículo 10.5 del CAFTA-RD, que establece que «[c]ada Parte otorgará a las inversiones cubiertas un trato acorde con el derecho internacional consuetudinario, incluido el trato justo y equitativo, así como protección y seguridad plena»; y el artículo 10.7 del CAFTA-DR, que establece que «[n]inguna Parte expropiará ni nacionalizará una inversión cubierta, sea directa o indirectamente, mediante medidas equivalentes a la expropiación o nacionalización». Cualquier expropiación directa o indirecta de las inversiones estadounidenses en las Zonas de Empleo y Desarrollo Económico de Honduras se consideraría un ataque directo a las garantías del CAFTA-RD y seguramente desencadenaría una pérdida devastadora de la confianza del sector privado. A su vez, esto socavaría drásticamente el gran interés de Estados Unidos en fomentar nuevas e importantes inversiones del sector privado en Honduras y en la región.
Por lo tanto, instamos a su Departamento a que incite a Honduras a respetar esta garantía de estabilidad jurídica de 50 años que protege las inversiones estadounidenses en las Zonas de Empleo y Desarrollo Económico hondureñas en virtud del CAFTA-RD. Además, teniendo en cuenta lo que está en juego, estamos considerando la posibilidad de proponer mejoras a las protecciones de los inversionistas estadounidenses contempladas en el 22 U.S.C. §2370(e), comúnmente conocidas como la «Enmienda Hickenlooper», para hacer frente a cualquier amenaza de expropiación o acciones del gobierno hondureño en relación con las inversiones estadounidenses. Estas mejoras estarán diseñadas, entre otras cosas, para alentar fuertemente el inicio de consultas y negociaciones de buena fe con los inversionistas estadounidenses en las ZEDEs, tal como lo exige el artículo 10.15 del CAFTA-DR.
Esperamos poder colaborar estrechamente con usted en estas cuestiones.
Sinceramente,
Bill Hagerty Benjamin L. Cardin
Senador de los Estados Unidos Senador de los Estados Unidos
