Las redes sociales estallaron el lunes con ironía, indignación y duros calificativos para el alcalde de una pequeña ciudad ecuatoriana que el fin de semana presuntamente suscribió una placa declarando ciudadano honorífico al presidente de Corea del Norte, Kim Jong-un, por su «contribución a la paz mundial«.
Además, el alcalde Ramsses Torres, de la ciudad de Guaranda, a 165 kilómetros al suroeste de Quito, quiere hacer lo mismo con el presidente estadounidense Donald Trump, y con el de Corea del Sur, Moon Jae-In, para lo cual asistirá a las embajadas de esos países a entregar placas similares.
Torres justificó el lunes lo ocurrido aduciendo: «Debemos contribuir a construir la paz mundial, nuestro reconocimiento a todos aquellos seres humanos que la posibilitan en favor de la humanidad».