La reciente redada de inmigrantes en una planta procesadora de carnes en Southeastern, Tennessee, dejó un saldo de 97 inmigrantes detenidos y al menos 600 niños que dejaron de ir a la escuela a causa del miedo.
La batida, considerada como la más grande llevada a cabo por agentes de la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE) en un mismo centro laboral en lo que va del gobierno de Donald Trump, tiene alarmados a las organizaciones que defienden los derechos de los inmigrantes por los daños colaterales.
“Hemos enviado a organizadores de nuestra coalición para el lugar de la redada y se han reunido con las familias afectadas”, dijo Univision Noticias Nicolle, una asistente de la Coalición por los Derechos Humanos de los Inmigrantes y Refugiados de Tennessee (TIRRC, por sus siglas en inglés). “Estamos trabajando junto con iglesias y la comunidad”, agregó.