Un grupo internacional de antropólogos ha presentado al mundo científico un hallazgo que implicó más de dos décadas de trabajos llevados a cabo en una cueva de Sudáfrica y en laboratorio. Es una hembra de homínido apodada ‘Little Foot’, que representa el esqueleto fósil mejor conservado de la especie Australopithecus Prometheus.
El ejemplar, encontrado y reconstruido hueso por hueso tenía ya una edad avanzada para el día de su muerte. Los primeros cuatro fragmentos de su esqueleto fueron localizados por el científico Ronald Clarke, de la Universidad Sudafricana de Witwatersrand en 1994, dentro de una de las cuevas de Sterkfontein, al noroeste de Johannesburgo.
Eran los diminutos huesos de un pie y se creía primeramente que pertenecían a algún mono, relató Clarke en exclusiva a la revista New Scientist este jueves. Debido a la semejanza que tenían con los de los australopitecos conocidos, la búsqueda continuó y tres años después se hallaron más partes fósiles encerradas en una roca.
Cuando los arqueólogos comenzaron a excavarlos, los huesos se desprendían fácilmente y por lo tanto decidieron separarlos de la roca usando solo un trazo de aire, una herramienta que dispara un chorro fino de aire presurizado.