Después de una semana de permanecer en el centro de detención, Mario sintió ganas de morir, el sufrimiento propio, de sus hijos y de decenas más que estaban en ese lugar le causó una profunda depresión. La respuesta a sus gritos de auxilio por comida, agua y atención médica fue insultos, agravios y a veces hasta golpes.
El relato de Mario es uno de los 49 que documentó y compiló en un informe la Red Fronteriza por los Derechos Humanos, que funciona en El Paso, Texas, y que recién dio a conocer. En el mismo se revela cómo cientos de personas, hombres, mujeres y niños, padecieron situaciones que la misma Red afirma “nunca habían ocurrido”.
Fernando García, secretario ejecutivo de esa organización, expuso que desde el 2000, año tras año llevan a cabo estas entrevistas con migrantes que pasan por los centros de detención, y aunque siempre han salido a luz algunos casos, este año son muchas las personas afirmaron haber sufrido vejámenes, lo cual lo lleva a afirmar que se trata de “una actitud generalizada de los oficiales —quienes tienen— una intención de hacerles daño a los migrantes”.
Puente de Santa Fe y otros centros de contención de CBP en El Paso y Tucson
MI FAMILIA Y YO SALIMOS HUYENDO DE HONDURAS, DONDE ERA TESTIGO PROTEGIDO POR LAS AUTORIDADES DESDE QUE MI MADRE FUE ASESINADA POR BANDAS. ENTRAMOS A EE. UU. POR LA FRONTERA DESDE JUÁREZ A EL PASO, TEXAS, YO, MI ESPOSO Y MIS DOS HIJOS, EL 4 DE ABRIL DE 2019. AL DÍA SIGUIENTE NOS ENVIARON BAJO EL PUENTE DE SANTA FE, LA GENTE PASABA POR ALLÍ Y NOS TOMABA FOTOS, NOS QUEDAMOS ALLÍ DURANTE 7 DÍAS, AGUANTANDO EL FRÍO Y HAMBRE, ENTRE ROCAS Y BASURA. MIS HIJOS TENÍAN TOS Y GRIPE, PERO NO LES DIERON NINGUNA MEDICINA, MI MARIDO TENÍA GRANOS EN LA BOCA POR EL FRÍO, EL AIRE Y EL POLVO. LA GENTE PEDÍA PAÑALES, Y NO LES DABAN NINGUNA, YO COMENCÉ A MENSTRUAR Y NO ME DABAN TOALLAS SANITARIAS, ME MANCHABAN LA ROPA. LA COMIDA NOS FUE DADA AL AMANECER, NOS DESPERTARON NOS DABAN UN SÁNDWICH, Y A LAS 12 NOS SACABAN AL SOL, NO NOS PERMITIERON TOMAR UN BAÑO, NOS QUEDAMOS 10-12 DÍAS SIN BAÑARNOS Y LOS BAÑOS PORTÁTILES ESTABAN LLENOS Y SUCIOS. LOS AGENTES NOS TRATARON MAL, CON RACISMO, HABLARON CON PALABRAS DESPECTIVAS HACIA NOSOTROS MIENTRAS SE REÍAN DE NOSOTROS, HABÍA UNO DE ORIGEN MEXICANO QUE A VECES HABLABA ESPAÑOL Y NOS DECÍA “PINCHES, POR QUÉ VINISTE AQUÍ, AQUÍ VAS A SUFRIR” Y TODO ESO…