Honduras mantiene el tratado de extradición con Estados Unidos después de la administración de Donald Trump, decisión considerada como un triunfo para los hondureños, independientemente de su afiliación política. Analistas señalan que mantener el tratado fortalecerá las relaciones bilaterales entre ambos países.
El diputado Marco Eliut resaltó que la ganancia es mutua, mencionando que, en el tema migratorio, las deportaciones continuarán, pero no en la magnitud que se había anunciado durante la administración Trump. Además, destacó que la extradición será de doble vía: no solo hondureños serán judicializados en Estados Unidos, sino que estadounidenses que cometan delitos en Honduras podrán ser extraditados para ser juzgados. Puso como ejemplo el reciente caso del estadounidense que asesinó a tres mujeres en Roatán, quien fue extraditado desde República Dominicana (país con tratado de extradición con Honduras) para ser juzgado.
Eliut también mencionó la renegociación de la base militar estadounidense de Palmerola, beneficiosa para ambos países, así como la importancia de la presencia de hondureños en Estados Unidos.
La presidenta de la Corte Suprema de Justicia reafirmó su compromiso de judicializar y extraditar a todos los involucrados en actividades de lavado de activos y crimen organizado.
El abogado Germán Licona aseguró que el papel del Poder Judicial es clave en los procesos de extradición, ya que garantiza el respeto al debido proceso, el derecho a la defensa y el principio de inocencia. Explicó que la solicitud de extradición es enviada a la Corte Suprema de Justicia, que nombra al juez natural que conocerá el caso.
La denuncia al tratado de extradición interpuesta por la presidenta Castro se reactivará el 27 de enero del próximo año, y será el gobierno entrante quien deberá decidir si continuar o no con el acuerdo. La mandataria señaló en su cuenta X (antes Twitter) que continuará con las salvaguardas necesarias para el Estado de Honduras, garantizando su aplicación objetiva.