Para Honduras, un crecimiento económico menor al 5% seguirá siendo insuficiente, ya que el país necesita tasas de crecimiento cercanas al 10%. Si bien esto puede parecer una meta ambiciosa, es posible alcanzarla, pero requiere de una adecuación del presupuesto y una mayor inversión pública productiva.
A pesar de que el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) establece la necesidad de una inversión pública productiva equivalente al 4% del Producto Interno Bruto (PIB), el gobierno actual no está cumpliendo con este requerimiento. Esto implicaría una inversión pública de entre 35,000 y 40,000 millones de lempiras, mientras que actualmente apenas alcanza los 20,000 o 23,000 millones de lempiras.
Si bien existe una mayor inversión, esta no se considera productiva, ya que se destina a entregas de dinero en bonos, un desembolso que no genera un retorno económico sostenible. En contraste, la inversión pública productiva se enfoca en obras de infraestructura estratégicas, como el sector energético, vías de comunicación, represas hidroeléctricas y otros proyectos que generan riqueza y tienen una proyección a futuro.
Si bien es posible que la estadística oficial muestre un crecimiento del 4 o 4.5%, esto sería insuficiente si solo beneficia al sector financiero o a ciertos sectores de exportación o comercio. Se necesita un crecimiento equilibrado que abarque todas las ramas de la actividad económica, especialmente el sector primario (agricultura) y la industria, para generar más empleos y lograr una mejor distribución de la riqueza.