Las autoridades hondureñas se mantienen en alerta ante la formación de un nuevo fenómeno tropical en el Caribe, el cual podría traer consigo fuertes lluvias y vientos a la costa norte del país. Según el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos, existe un 90% de probabilidad de que se desarrolle un sistema de baja presión en los próximos días, debido a las cálidas temperaturas del mar.
Copeco ha emitido alerta verde para los departamentos de la costa atlántica y zonas aledañas, ante la posibilidad de que este sistema se intensifique y se convierta en un ciclón tropical. Los modelos meteorológicos indican que el fenómeno podría moverse lentamente hacia el oeste o suroeste, afectando directamente a Honduras, Nicaragua y Belice.
Impacto esperado:
Se prevé que este sistema deje acumulados de lluvia de hasta 200 milímetros en algunas regiones del país, lo que podría provocar inundaciones, deslizamientos de tierra y crecidas de ríos. Las zonas más vulnerables incluyen la Mosquitia hondureña, las Islas de la Bahía y la costa norte en general.
Medidas preventivas:
Ante esta amenaza, Copeco recomienda a la población tomar las siguientes medidas:
- Mantenerse informados a través de los medios de comunicación oficiales.
- Limpiar los canales y drenajes para evitar inundaciones.
- Asegurar techos y estructuras débiles.
Preparar un kit de emergencia con alimentos, agua, medicamentos y documentos importantes. - Evitar cruzar ríos o quebradas crecidas.
Acciones de Copeco:
La Comisión Permanente de Contingencias (Copeco) ha activado sus protocolos de emergencia y está monitoreando de cerca la evolución del fenómeno. Además, se han desplegado equipos de respuesta en las zonas de mayor riesgo para brindar asistencia a la población en caso de ser necesario.
Un avión cazahuracanes ha sido enviado a la zona para recolectar datos y obtener una mejor comprensión de la trayectoria y la intensidad del sistema.
Llamado a la población:
Se hace un llamado a la población a mantener la calma y seguir las indicaciones de las autoridades. La prevención es clave para minimizar los riesgos asociados a este tipo de eventos naturales.