La falta de aprobación del Presupuesto General de la República para el año 2025 ha generado un estancamiento en las transferencias gubernamentales a los 298 municipios de Honduras, obligándolos a operar con sus propios recursos. Esta situación, que se extiende desde finales de 2024, ha llevado a las alcaldías a implementar medidas de austeridad, aunque aseguran que no han dejado de prestar servicios a la población.
Según declaraciones de una fuente dentro de la administración municipal, cuyo nombre no fue revelado en la transcripción, la Secretaría de Gobernación no ha emitido ninguna indicación para finalizar el año 2024, lo que impide la recepción de transferencias. Los municipios, por lo tanto, se han visto obligados a depender exclusivamente de los ingresos generados por el pago de permisos de operación, volúmenes de venta y otros tributos locales, especialmente durante el mes de enero, cuando se registra un mayor cumplimiento de estas obligaciones.
El entrevistado señaló que, a pesar de la situación, los municipios no han dejado de operar. No obstante, también reconoció que el gobierno central aún adeuda desembolsos correspondientes al año 2024 a varias municipalidades. En algunos casos, esto se debe al incumplimiento de requisitos, como la presentación de informes y rendiciones de cuentas, lo que retrasa el proceso.
Sin embargo, el municipio de Pimienta, según afirmó la fuente, se encuentra al día con sus obligaciones y es considerado uno de los más transparentes y puntuales en la presentación de informes. A pesar de ello, este municipio tampoco ha recibido las transferencias correspondientes al 2025. Se han realizado las comunicaciones y solicitudes pertinentes, pero la falta de disponibilidad presupuestaria a nivel central impide la ejecución de los pagos.
El entrevistado atribuyó parte de esta problemática al contexto político actual, que consume tiempo y recursos. Criticó el gasto en publicidad política por parte de diputados y candidatos a alcaldes, contrastándolo con las necesidades básicas insatisfechas de la población, como la falta de acceso a materiales de construcción para viviendas.
A pesar de las dificultades financieras, la alcaldía de Pimienta ha logrado mantenerse operativa gracias a la «credibilidad» y al pago puntual de los contribuyentes. Esto ha permitido cubrir gastos de administración, planilla y dietas de regidores, aunque con una estricta política de austeridad.
La fuente destacó que Pimienta, a pesar de tener un presupuesto pequeño, es «autosostenible». Afirmó que el municipio no es pobre, sino que posee una gran «voluntad, transparencia y deseos de trabajo», lo que le permite brindar un buen servicio a la población incluso sin recibir las transferencias gubernamentales.